martes, 19 de junio de 2012

ELIMINAR LOS TORIJOS O CARNOSIDADES EN LOS OJOS







UN CONSEJO OPTIMO PARA ELIMINAR DEFINITIVAMENTE LOS TORIJOS O CARNOSIDADES EN LOS OJOS ES LA APLICACION DE 2 GOTAS DE MIEL DE ABEJA ANGELITA EN CADA OJO DIARIAMENTE POR 3 MESES, DESAPARECERAN COMPLETAMENTE!!!

 Abeja "angelita" con colmena en tronco hueco, inofensivas y de miel muy apreciada

En el bosque seco de Melgar (Tolima), existe diversidad de abejas silvestres nativas, un grupo de especial interés son las abejas sin aguijón o meliponinos, cumplen una función importante como polinizadores e interactúan con muchas especies de plantas y producen una valiosa miel. La cría y manejo de estas abejas sin aguijón se denomina meliponicultura, se clasifican taxonómicamente dentro de la tribu Meliponini (Hymenoptera, Apoidea).

De acuerdo con investigadores en meliponicultura, Juan Manuel Rosso y Guiomar Nates, "corresponde a uno de los muchos grupos de abejas nativas de América. Se estima que el número de especies de abejas sin aguijón o meliponinos es de alrededor de 300, distribuidas desde México hasta el norte de Argentina".


Según recomiendan estos investigadores, en cada región existen especies de abejas sin aguijón adaptadas a las condiciones locales y con potencial para su aprovechamiento.


Las especies seleccionadas para meliponicultura deben escogerse tomando en cuenta lo siguiente:


• Su presencia en la zona: el traslado de nidos a lugares distantes generalmente trae consecuencias fatales para la colonia a corto plazo (no se adaptan al nuevo ambiente y recursos) o a largo plazo (por consanguinidad).

• Los objetivos de producción buscados: obtención de miel y otros productos, o polinización dirigida.

• Hábitos convenientes: evitar seleccionar algunas abejas que tienen hábitos no convenientes, como aquellas que recogen heces de animales u ocasionan daños en flores (algunas especies de Trigona), o atacan a otros meliponinos (abejas ladronas del género Lestrimelita).

Integrar la meliponiculotura en el diseño permacultural trae varias ventajas entre las que se citan:


• Bajo costo de implementación, mantenimiento, equipos e insumos. El «pie de cría» inicial puede obtenerse directamente del medio y, posteriormente, multiplicarse en cautiverio; se requieren pocas herramientas de manejo y pueden utilizarse materiales locales para la construcción de colmenas y meliponarios.

• Baja inversión en tiempo y mano de obra; el cuidado de meliponarios puede ser realizado por cualquier miembro de la familia.

• Fuente de ingresos complementaria y que no interfiere con otras actividades productivas.

• Docilidad y fácil manejo. Las colmenas pueden mantenerse cerca de la casa sin riesgo.

• Sostenible ambientalmente, además de prestar servicios ambientales a los agroecosistemas a través de la polinización.

• Productos reconocidos, con gran demanda local y precio elevado.

Este uso de biodiversidad está amenazado por la degradación de su hábitat natural y perdida del bosque seco de Melgar.