Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río.
Presidente de la Sociedad Médica de Investigaciones Enzimáticas, A.C. y Coordinador de Medicina Ortomolecular del Centro de Estudios de Medicina Integradora de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Desde el punto de vista botánico, la granada (Punica granatum) es un arbusto que pertenece a la familia de las Punicáceas. Entre otras cosas, se caracteriza por presentar una altura que va de 3 a 6 metros. Tiene un tronco corto ramificado, con ramas espinosas y corteza delgada. Con relación al fruto, tiene una corteza de consistencia dura y está coronada por un prominente tubo endurecido del cáliz.
Esta familia botánica solamente contiene un género. Es originaria del sur de Asia. Sabemos que crece en suelos arcillosos y calcáreos hasta 1,800 metros sobre el nivel del mar.
Según la historia, las frutas de la granada fueron empleadas desde hace miles de años. Incluso se menciona en el papiro egipcio de Ebers. También es mencionada 2 veces en la Biblia. Se considera uno de los árboles frutales cultivados más antiguos.
La granada contiene desde el punto de vista químico, ácido gálico, isoquercitrina, taninos, pectina y antocianidinas.
Una de las acciones terapéuticas de la granada y conocida desde la antigüedad, es su efecto antiparasitario. Se ha evidenciado su efecto contra cestodos y nematodos. Esta actividad antihelmíntica ha sido constatada en seres humanos.
Otro efecto farmacológico de la granada es su efecto antimicrobiano. Se han realizado estudios con varios tipos de extractos y se ha podido comprobar que inhibe a los Staphylococcus aureus, Streptococcus viridans, Streptococcus pyogenes, Salmonella typhi, entre muchos otros microorganismos patógenos.
A nivel viral, algunos ensayos in vitro han demostrado una significativa actividad inhibitoria de la replicación del herpes virus (HSV-2), el cual es el factor etiológico del herpes genital humano.
Con relación a la actividad hormonal de la granada, se sabe que tiene una actividad bloqueadora de la biosíntesis endógena de estrógenos. Así que es una opción nutricional complementaria en el tratamiento de cáncer de mama en seres humanos. Por este mismo efecto hormonal, la granada ayuda a prevenir el cáncer de mama, de colon, de próstata y de piel (Hora JJ et al. Chemopreventive effects of pomegrante seed oil on skin tumor development in CD1 mice. J Med Food 6 (3):157-161, 2003).
Estudios de laboratorio demuestran que la granada retrasa la proliferación de células agresivas de cáncer de próstata e incrementa la muerte de células cancerosas (apoptosis). En hombres, tratados contra el cáncer de próstata, la granada retrasó dramáticamente el tiempo de duplicación del PSA, dilatando notablemente el progreso de la enfermedad.
La granada también ayuda a contrarrestar el cáncer de colon. En estudios que se han hecho se ha demostrado que reduce el tamaño y el número de tumores en cáncer de colon en animales (Kohno H,
Promegranate seed oil rich in conjugated linolenic acid suppresses chemically induced colon carcinogénesis in rats. Cancer Sci 2004 Jun;95(6):481-6).
Otro tipo de cáncer en el que es útil la granada, es el cáncer de pulmón. La granada inhibe el crecimiento y la replicación de células cancerosas pulmonares humanas. Se cree que la granada ataca al cáncer pulmonar a través de sus efectos inhibitorios sobre NF-kB (Khan N, Promegranate fruit extract inhibits prosurvival pathways in human A549 lung carcinoma cells and tumor growth in athymic nude mice. Carcinogenesis. 2006 Aug 18).
Las investigaciones confirman que la granada como complemento nutricional puede prevenir el cáncer de próstata y también retrasar su progreso en seres humanos, alargando de esta manera la supervivencia y mejorando la calidad de vida de los pacientes (Malik A, Promegranate fruit juice for chemoprevention and chemotherapy of prostate cáncer. Proc Natl Acad Sci USA 2005 Oct 11;102(41):14813-8).
La investigación alrededor del mundo confirma que la granada es una de las fuentes de la naturaleza más concentradas de antioxidantes (Aviram M. Dornfield L, Rosenblat M et al. Pomegranate juice consumption reduces oxidative stress, atherogenic, modifications to LDL and platelet aggregation: studies in humans and in atherosclerotic apolipoprotein E-deficient mice. Am J Clin Nutr 2000, May;71(5):1062-76). Antes se pensaba que era imposible revertir el proceso de la ateroesclerosis.
Varios estudios indican que la granada confiere una protección cardiovascular sin precedentes al restaurar la salud endotelial, disminuir la presión arterial y proteger a las lipoproteínas de baja densidad de la oxidación dañina. La granada protege a la salud cardiovascular al aumentar el óxido nítrico, el cual apoya el funcionamiento de las células endoteliales que se alinean en las paredes arteriales. El óxido nítrico manda señales al músculo liso vascular para que se relaje, aumentando de esta manera el flujo sanguíneo a través de las arterias y las venas. El óxido nítrico reduce el daño a las paredes vasculares, lo cual también ayuda a prevenir el desarrollo de la ateroesclerosis (Ignarro LJ, Cirino G., Casini A, Napoli C. Nitric Oxide as a signaling molecule in the vascular system: an overview. J Cardiovac Pharmacol. 1999 Dec;34(6):879-86).
Por otro lado, la granada tiene una fuerte acción antioxidante que es superior in vitro a la mostrada por Vitis vinifera. La investigación alrededor del mundo confirma que la granada es una de las fuentes de la naturaleza más concentradas de antioxidantes (Aviram M, Dornfeld L, Rosenblat M. et al. Promegranate juice consumption reduces oxidative stress, atherogenic modifications to LDL and platelet aggregation: studies in humans and in atherosclerotic apolipoproteins E-deficient mice. Am J Clin Nutr 2000 May;71(5):1062-76).
Esta actividad antoxidante se debe al alto contenido de flavonoides y de compuestos fenólicos. Varias pruebas han constatado que la granada evita el descenso de enzimas antioxidantes como la catalasa, la peroxidada y la superóxido dismutasa con una inhibición de la peroxidación lipídica del 54 %.
La granada es una opción nutricional contra la hipertensión arterial sistémica ya que inhibe en forma directa e indirecta a la enzima convertidora de la angiotensina, como lo hacen varios medicamentos alopáticos (Aviram, M. et al. Pomegranate juice consumption inhibits serum angiotensin converting enzyme activity and reduces ystolic blood pressure, Atherosclerosis. 158(1):195-198, 2001).
En un estudio que realizamos en el Programa de Estudios de Medicinas Alternativas de la Universidad de Guadalajara, pudimos corroborar que la granada disminuye los niveles de colesterol LDL (conocido como colesterol malo). Sabemos que la lipoproteína de baja densidad puede reducir la expresión de la sintasa del óxido nítrico, la enzima que produce óxido nítrico. Hoy sabemos que la granada mejora la bioactividad de la sintasa del óxido nítrico en las células endoteliales (de Nigris F, Promegranate juice reduces oxidized low-density lipoprotein downregulation of endotelial nitric oxide synthase in human coronary endotelial cells. Nitric Oxide 2006 Nov;15(3):259-263). Además las propiedades antioxidantes de la granada protegen al óxido nítrico de la destrucción oxidativa, aumentando de esta manera sus acciones biológicas (Ignarro LJ, Promegranate juice protects nitric oxide against oxidative destruction and enhances the biological actions of nitric oxide. Nitric Oxide.2006 Sep;15(2):93-102).
Dentro de la salud dental, algunos estudios indican que la granada ataca a la placa dental. Los científicos descubrieron que el extracto de granada ayuda a matar a los microorganismos aislados de la placa dental de adultos sanos (Menezes SM, Promegranate extract is active against dental plaque. J Herb Pharmacother. 2006;(2):79-92).
También hemos podido corroborar la actividad terapéutica de la granada contra la gingivitis mejorando la salud de las encías, disminuyendo el sangrado (Sastravaha G, Adjunctive periodontal treatment with centella asiática and púnica granatum extracts. A preliminary study J Int Acad Periodontol. 2003. Oct 5(4):106-115).
Mantener una salud óptima dental no es solamente importante para preservar la apariencia y la función de los dientes, sino también para protegernos contra enfermedades cardiovasculares. En la actualidad, la ciencia reconoce que la inflamación crónica de la enfermedad periodontal está estrechamente relacionada con el empeoramiento de las enfermedades cardiovasculares (Dumitrescu AL. Influence of periodontal disease on cardiovascular diseases. Rom J Inern Med. 2005;43(1-2)_9-21).
No quiero pasar por alto el efecto que tiene la granada sobre la diabetes y el síndrome metabólico. En estudios realizados en Australia se ha podido constatar que el extracto de granada disminuye los niveles sanguíneos de azúcar después de una comida (Li Y, Wen S. Punica granatum flower extract, a potent alpha-glucosidasa inhibitor, improves postpandrial hyperlgycemia in Zucker diabetic fatty rats. J Ethnopharmacol. 2005 Jun3;99(2):239-44). Se estudiaron ratas obesas con diabetes tipo II y se demostró que si se les administra extracto de granada en forma oral, se inhibe enormemente los niveles séricos de azúcar. Este es un descubrimiento muy importante ya que significa que la granada evita los picos abruptos de azúcar en la sangre después de una comida y que sabemos que esto daña a los diabéticos. La razón farmacológica para este efecto es porque la granada inhibe a la enzima alfa-glucosidasa, la cual desdobla a los azúcares.
Una de las complicaciones en la diabetes son los cambios con detrimento en el tejido cardiaco, lo cual afecta la función de este músculo. Esto hace que aumenten los niveles de tejidos fibrosos no funcionales y aumente la acumulación de triglicéridos dentro del propio músculo cardiaco. En un estudio se administró extracto de granada durante 6 semanas y se pudo corroborar que se redujo enormemente la cantidad de tejido fibroso no funcional en los corazones (Huang TH, Pomegranate flower extract diminishes cardiac fibrosis in Zucker diabetic fatty rats: modulation of cardiac endothelin-1 and nuclear factor kappa B pathways. J cardiovasc Pharmacol. 2005 Dec;46(6):856-62) y a largo plazo se mejoró el metabolismo lipídico cardiaco anormal.